¿Cuántas veces has escuchado la frase: “comemos por los ojos”? Cuando tenemos un plato delante de la mesa, la primera impresión que nos causa es muy importante. Lo que vemos delante de nuestros ojos puede hacer que nuestro paladar se active o que por el contrario se predisponga negativamente hacia la comida. Si no estás muy familiarizado con el mundo de la cocina, o simplemente quieres mejorar tus emplatados, sigue leyendo. Desde el restaurante GreenSuites Coffee te damos algunos consejos para mejorar el aspecto de tus recetas, con las que seguro conseguirás sorprender a tus invitados.
Busca inspiración
La inspiración juega un papel fundamental en toda actividad que requiera un proceso creativo, ya que nos permite coger ideas antes de comenzar a trabajar.
El primer paso antes de emplatar tus recetas es buscar inspiración en diversas fuentes. Por suerte, hoy en día puedes disponer de herramientas muy variadas que pueden ayudarte en esta tarea: libros de recetas, revistas, redes sociales, etc. A medida que te sumerjas en el mundo de la cocina encontrarás tus cuentas y páginas web favoritas, que te permitirán desde recrear recetas y emplatados hasta crear algo nuevo siguiendo tu propio estilo. Si no sabes por dónde comenzar a buscar, ¡te recomendamos que visites nuestra cuenta de Instagram!
Juega con los colores
Para conseguir que un plato impresione visualmente debes atender a los colores de los elementos que incluyes en él. A la hora de presentar un plato te aconsejamos que evites la monocromía, es decir, aquel plato en el cual todos sus alimentos tengan el mismo color. Si aún así no consigues el resultado que andabas buscando, puedes agregar algún adorno o topping que destaque en el plato. En estos casos, suelen funcionar muy bien las hierbas aromáticas, como por ejemplo una ramita de perejil, un ligero toque de alguna salsa que tenga un color vistoso o cualquier otro elemento que puedas integrar en el plato y que resulte atractivo en él. Además te recomendamos que elijas un plato negro o blanco, con el que destacarán el resto de colores de la receta.
Combina las texturas
Por otra parte, jugar con las texturas de los alimentos te ayudará a mejorar el resultado de tus platos. ¿Cómo conseguir este efecto? Es muy sencillo, basta con combinar alimentos suaves con otros más crujientes. Esta técnica aportará un punto original y divertido al plato, pues te ayudará a pasar de algo aparentemente simple a un plato lleno de contrastes que captará la atención de tus comensales.
En esta tarea, si una vez que has emplatado tu receta consideras que su textura es demasiado cremosa, bastará con añadir algún toque crujiente como pan tostado, frutos secos o semillas. Sin duda, notarás la diferencia.
Cuida el plato hasta el final
Has repasado en tu mente cómo quieres emplatar tu receta, has encontrado el equilibrio perfecto en los alimentos de tu plato y sobre todo, ¡la cocina huele de maravilla! No dejes que la emoción se apodere de ti y arruine tu presentación. Sin duda alguna, merece la pena dedicar un poco más de tiempo en colocar cada uno de los alimentos del plato de forma minuciosa.
En el momento de emplatar tus platos, asegúrate de que la disposición de los elementos que la componen sea la misma si sirves varias raciones y no omitas ningún detalle por pequeño que sea. Si tu receta lleva salsa, asegúrate de colocarla junto con mucho cuidado. Cambiar o rectificar el emplatado ensuciará el plato y hará que tenga un aspecto poco cuidado. Si aún así no puede evitarlo, procura limpiar o repasar el resultado con la ayuda de una servilleta antes de llevar los platos a la mesa.
La cocina y el emplatado son todo un arte, por lo que si no obtienes el resultado que buscabas a la primera, ¡no desesperes! Con la práctica descubrirás tus propias técnicas y trucos para conseguir que tus platos, además de ser deliciosos, tengan una presentación impecable.