La vajilla es un elemento imprescindible en cualquier mesa elegante, tanto para uso cotidiano como para ocasión especial. Considerada como un conjunto de elementos que se destinan al servicio de la mesa, la vajilla tiene una función práctica, como es la de servir la comida en cuestión, pero también puede ser un añadido decorativo para lucir una mesa completa y atraer la vista de nuestros invitados.

En cuanto a los materiales, existe una enorme variedad en el mercado. Por lo general, las vajillas de uso diario son aquellas que están fabricadas con cerámica o loza. Mientras que las piezas de porcelana se suelen reservar para ocasiones más especiales. ¿Quieres saber más detalles sobre la importancia de una buena vajilla? ¡Sigue leyendo!

Piezas de una vajilla común

Una vajilla debe contar con, al menos, tres tipos de piezas: Plato llano, plato hondo y plato de postre. Si estás pensando en renovar la vajilla de casa y no sabes por dónde empezar, sigue estas recomendaciones. Empieza buscando estos 3 tipos de platos ya que, con ellos, tendrás gran parte de las necesidades cubiertas de forma bonita y práctica. ¿Cómo deben ser estos platos? A continuación te explicamos las características que deben cumplir cada uno de ellos. Toma nota:

1. Plato llano

Dependiendo del diseño de la vajilla, el tamaño puede oscilar entre los 21 y los 25 centímetros de diámetro. De todos modos, los restaurantes más vanguardistas están adoptando nuevas formas y tamaños para estos platos. Por lo tanto, tampoco existe una norma general para todos.

2. Plato hondo

Ocurre algo similar que con los platos llanos: No hay una norma generalizada. Pueden ser un poco más pequeños que los platos llanos, entre los 20 y los 24 centímetros de diámetro. Se utilizan para servir líquidos y preparaciones espesas, tipo puré o crema.

3. Plato de postre

Su principal característica es el tamaño. Son platos llanos de tamaño pequeño. En este caso, su medida puede variar entre los 14 y los 20 centímetros de diámetro. Pero, como en los casos anteriores, todo es posible en función del diseño de la vajilla correspondiente.

Mientras tanto, si ya cuentas con estas piezas de vajilla y quieres ir más allá, podrás completar este juego de piezas con otras piezas que se suelen utilizar en ocasiones más especiales. Es el caso de las tazas de consomé, las piezas soperas, las piezas salseras, las fuentes para servir platos completos en la mesa o algunas piezas, más originales, como las ensaladeras o los platos especiales para servir otros ingredientes concretos.

¿Cómo colocar la vajilla en la mesa?

Estaremos de acuerdo en que una buena puesta en escena sobre la mesa atrae la atención de todos. Cuidar la presentación de la comida es casi tan fundamental como preparar una buena comida. Como se suele decir en aquella frase grabada a fuego, comemos con los ojos. Es decir, en cuanto vemos una mesa montada o un plato servido, comenzamos a sentir sensaciones que nos llegan a través de las formas y las colores.

Ante el dilema de cómo debemos situar las distintas piezas de una vajilla, has de tener en cuenta las siguientes cuestiones. En primer lugar, aunque parezca obvio, los platos deben estar limpios y libres de roturas o rayaduras. En segundo lugar, puedes colocar lo que se conoce como “plato de relleno” a modo de presentación ya que éste será retirado cuando se vaya a servir la comida. En tercer lugar, si vas a colocar un pequeño plato para el pan, debes hacerlo en la parte superior izquierda, justo encima de los cubiertos, en este caso, los tenedores. Además, este pequeño plato puede ir acompañado de un pequeño cuchillo, del tipo postre, para poder untar la mantequilla en el pan, si se diera el caso. Por último, ¡solo quedará disfrutar de una deliciosa comida con la mejor compañía!