La rutina y el ritmo de vida acelerado hacen que tendamos a descuidar nuestra alimentación, y acabemos comiendo platos ya preparados, muy procesados y poco beneficiosos para nuestro organismo. Si es tu caso, ¡tenemos alternativas para tí! Los alimentos en conserva nos permiten elaborar comidas variadas, nutritivas y deliciosas de manera cómoda y sencilla. Existen conservas tanto dulces como saladas, y su versatilidad y facilidad de almacenaje las convierten en una opción ideal para todo tipo de platos, con los que seguro sorprenderás a tus comensales.
A continuación, repasamos los principales tipos de conservas y te proponemos algunas ideas en las que añadir estos alimentos a tu repertorio de recetas.
Ahumado
Este tipo de conservas son muy apreciadas en cocina, ya que el humo de la madera empleada en su deshidratación aporta a pescados, carnes y quesos un aroma, color y sabor realmente singular. Probablemente los pescados como las sardinas o el salmón sean los más comunes. Este último caso es ideal para ensaladas, pizzas caseras y todo tipo de canapés y tostas, aunque en general puedes utilizar cualquier variedad de ahumado. Si visitas el restaurante GreenSuites Coffee, te recomendamos que pruebes nuestra tosta de focaccia con sardina ahumada.
Escabeche
El escabeche conserva los alimentos en una solución ácida de vinagre, vino, laurel y especias. Si bien los pescados como el bonito y la sardina son los más populares, también se pueden escabechar carnes y vegetales, con los que se obtienen resultados sorprendentes. Si es la primera vez que preparas una carne en escabeche te recomendamos que utilices el pollo, ya que es un producto que combina a la perfección con casi cualquier alimento.
Salazón
Se trata de uno de los métodos de preservación más antiguos que existen, consistente en introducir el alimento, normalmente un pescado o carne, en sal. Tras la deshidratación parcial del producto se refuerza su sabor y eliminan gran cantidad de bacterias. Los pescados en salazón más recurrentes son las anchoas, el atún y el bonito, mientras que para las carnes encontramos especialmente salazones de cecina y jamón.
Encurtido
Consiste en almacenar todo tipo de vegetales y hortalizas en sal, agua, vinagre y especias. Mediante este proceso se consiguen aromatizar y preservar durante un largo periodo de tiempo los alimentos, además de aumentar su acidez. Entre los encurtidos más comunes destacan los pepinillos, los rabanitos, las zanahorias, las alcaparras y las aceitunas, que se utilizan comúnmente como aperitivos.
Adobo
¡Un buen adobo convertirá un plato aparentemente simple en todo un manjar! En esta técnica se macera la carne o el pescado en una salsa en la que se combinan especias y condimentos, entre los que destacan el pimentón, la sal, la pimienta, el vinagre y el orégano. Es un método muy fácil de realizar en casa, así que te animamos a que adobes todo tipo de carnes de pavo y pollo.
Compotas y mermeladas
Aunque se trate de dos métodos de conservación bastante similares presentan algunas diferencias, basadas principalmente en el tamaño y la presentación de la fruta. En cualquier caso, se utiliza el azúcar en mayor o menor cantidad como agente preservador. Todas ellas son ideales para tostadas, relleno de bizcochos o incluso dar un toque dulce y ácido a platos en los que la carne es el elemento principal.
Estamos seguros de que la próxima vez que vayas al supermercado acudirás a la sección de conservas y almacenarás algunas en tu despensa, ¡o incluso aprenderás a preparar tus propias conservas en casa! Serán grandes aliadas si no dispones del tiempo diario suficiente para preparar una gran variedad de comidas. Te sugerimos que además aprovechas los fines de semana para cocinar o pruebes con algunas de nuestras recetas fáciles. Como siempre, te esperamos en el restaurante GreenSuites Coffee, donde podrás disfrutar de platos típicos de la cocina tradicional con un toque vanguardista.