¿Sabías que el empanado o el rebozado es una forma de proteger los alimentos que vamos a freír? Cualquiera de estos métodos de cocina hace que los alimentos se resequen cuando los cocinamos a una temperatura alta, provocando que queden crujientes por fuera y jugosos por dentro. De todos modos, si queremos conseguir un pescado frito en su punto ideal, tenemos que tener en cuenta una serie de consejos. Desde el Restaurante GreenSuites queremos que pruebes en casa el mejor pescado frito y, para ello, te dejamos 7 trucos. ¡Toma nota de ellos!
1. Seca bien el pescado antes de empezar
Ya sea un pescado fresco o congelado, es muy importante que lo sequemos bien antes de ponernos manos a la obra a preparar y cocinar nuestro pescado frito. La mejor forma de secarlo es envolviendo la pieza o las piezas en papel absorbente y tratando de que no quede ningún resto de agua. Cualquier resto líquido hará que, cuando vertamos el trozo en la sartén, el aceite caliente nos salpique.
2. Corta los trozos de pescado en un tamaño medio
Una vez secado, tendremos que cortar el pescado. Para conseguir el mejor resultado, lo ideal es partir la pieza en trozos de un tamaño medio, ni muy grandes ni muy pequeños. De esta forma, podremos controlar la cocción del pescado y evitaremos que la temperatura del aceite baje cuando echemos la pieza en la sartén.
3. Utiliza harina para rebozar y olvida el huevo
¡Toma buena nota de este truco! Seguramente uno de los pasos más importantes de este proceso: usar harina. En este caso, lo mejor es evitar el pan rallado y el huevo, dos clásicos de la fritura, porque el punto ideal del ‘pescaíto’ frito es crujiente por fuera y sabroso por dentro y el huevo solo hará que no quede crunchy nuestro rebozado. Por ello, la cobertura de la harina bastará para lograr una especie de costra alrededor del pescado y para conseguir un resultado increíble.
4. Fríe con aceite de oliva, de oliva virgen extra o de girasol
Los tres son igual de válidos para preparar pescado frito, pero nuestra elección tendrá que depender del sabor que queramos conseguir al final, si más o menos acentuado. ¡Queda al gusto de cada uno!
5. Cuida el aceite: Debe estar muy limpio
Es muy importante utilizar aceite limpio para freír el pescado. De lo contrario, si usamos un aceite reutilizado de otras frituras, alteraremos su sabor final. De la misma forma, también es clave verter una cantidad grande de aceite en la sartén ya que tendremos que sumergir bien el pescado para ver cómo queda una fritura perfecta. ¡Más vale que sobre a que falte!
6. Fríe a temperatura alta y poco tiempo
Para conseguir que el pescado quede en su punto ideal, muy crujiente por fuera y muy sabroso por dentro como hemos comentado antes, tendremos que asegurarnos de que calentamos el aceite a una temperatura bastante alta, entre 180 y 210 grados, y de que freímos durante poco tiempo, entre 30 y 60 segundos por pieza.
7. Elimina el exceso de aceite
Por último, y para lograr el toque perfecto, será necesario retirar el posible exceso de aceite que ha quedado adherido al pescado después de pasarlo por la sartén. Para ello, tan solo necesitaremos un poco de papel absorbente que, inmediatamente después de freír el pescado, usaremos para eliminar dicho exceso.

Y, ahora, lo más importante: disfrutar de un pescado frito delicioso y en el punto perfecto. ¿Te animas a prepararlo en casa?