Los vinos como acompañamiento varían según la combinación de los diferentes platos de comida que se desee degustar. Desde el Restaurante GreenSuites Sevilla te explicaremos a continuación las pautas generales que deberás seguir para poder disfrutar de una experiencia gastronómica plena y satisfactoria. ¿Te vas a quedar sin saber el maridaje perfecto para tu próxima comida?
En búsqueda del equilibrio perfecto
El maridaje en el mundo de la gastronomía hace referencia al equilibrio perfecto entre el vino y el plato. A modo de representación gráfica sería como una balanza suspendida a una misma altura entre los matices y los olores de un determinado vino y entre los sabores y las texturas de un plato de comida. Aparentemente parece intuitiva la elección o, por el contrario, el descarte de un vino pero nada más lejos de la realidad. Es conveniente elegir adecuadamente la bebida de acompañamiento para poder disfrutar al completo de una experiencia gastronómica satisfactoria y equilibrada.
Lo cierto es que no existe actualmente una regla estricta para maridar de forma idónea una comida ya que en este proceso intervienen varios sentidos, como pueden ser el olfato y el gusto a través de la percepción – individual y subjetiva – de los aromas y de los sabores que desprenden los alimentos y los vinos. Sin embargo, también es cierto que, con el paso del tiempo, se han establecido una serie de pactos comunes al sentir general que están aceptados de forma mayoritaria en la sociedad. Por lo tanto, a la hora de seleccionar la combinación perfecta entre un vino y un plato siempre intentaremos buscar la unión que potencie el sabor y la armonía de ambos dos.
El vino y el clima
Dependiendo del clima meteorológico en el que estemos físicamente situados, la selección de un vino u otro puede variar; así como, las características de los aromas del vino y su combinación con los sabores de los alimentos del plato son claves para asegurar una buena elección. A continuación, detallamos los factores que intervienen en esta elección:
En invierno y con temperaturas bajas, por lo general, es preferible tomar un vino cálido. Al igual que nuestro cuerpo se inclina hacia las comidas calientes, nuestro paladar desea lo mismo. En este sentido, es aconsejable pedir un vino tinto, concretamente, aquel que tenga un mayor cuerpo y una mayor complejidad. Con esta amplia variedad de vinos, se suelen acompañar platos de guisos, de estofados, de pescados, de cremas o de sopas. Lo ideal es tener en cuenta que cuanto más graso sea un plato, más cuerpo debe tener el vino que le acompañe en la comida.
Por el contrario, en verano y con altas temperaturas marcando el termómetro, pedimos alimentos más ligeros y más frescos. De la misma forma en la que nuestro cuerpo pide frescura, debemos acompañar la comida con el mismo nivel de frescura. Para ello, los vinos que más triunfan en esta calurosa época del año son los que pertenecen a la variedad de blancos o rosados. No obstante, esto no implica que no sea posible elegir también un vino tinto, siempre y cuando la combinación con la comida y la temperatura sean adecuadas.
En resumen, los tintos jóvenes suelen ser más afrutados y menos estructurados que los tintos de una larga crianza, cuya característica principal es la de ser vinos tánicos con sabores concentrados. Asimismo, los rosados pueden servir como acompañamiento perfecto de comidas mediterráneas y los blancos de pescados, de mariscos y de aves.
¿Qué se elige antes, el plato o el vino?
Existe tal variedad como situaciones reales dadas. Nuestra recomendación es que, si en la comida vas a elegir tan solo un vino, debes optar por uno que vaya acorde con el plato principal de dicha comida. En este caso, sería preferible un vino sencillo, con cuerpo y con la graduación alcohólica adecuada al momento. Por lo general, los vinos ligeros se beberán antes que los vinos con cuerpo, mientras que los frescos se acabarán antes que aquellos otros que se consumen a temperatura ambiente.
Para completar una comida en su máxima plenitud harán falta tres vinos: Para tomar entrantes y pescados, deberás elegir uno blanco o rosado y para degustar platos principales de carácter marcado deberás seleccionar dos tintos. La recomendación general es tomar un vino seco al principio y uno dulce al final. No obstante, el libro de los gustos está escrito en blanco y tan solo tendrás que dejarte llevar por tus preferencias y venir a tomar el que más te guste a nuestro Restaurante GreenSuites Sevilla. ¡Anímate!